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La Asociación de Inspectores de Hacienda, en su último congreso anual, pide una ley que les permita actuar de incógnito, a día de hoy deben identificarse como tales cuando acuden a una empresa o entran en un negocio, además de la necesidad de proteger a los confidentes que denuncien irregularidades fiscales y de que reciban por ello una compensación económica.
Según Ignacio Fernández de Mesa, vicepresidente de la asociación, una regulación específica de su trabajo de incógnito supondría un aumento de sus facultades de actuación y facilitaría en gran medida “la investigación previa, al recabar pruebas”. La formula sería poder visitar ciertos negocios donde se sospecha que puede haber un nicho de fraude y recabar pruebas, pero actuando como un cliente más, pudiendo confirmar así sus sospechas, lo que simplificaría el proceso sancionador. Apuntan que el temor a ser pillados en plena infracción por un inspector de incógnito favorecería un mayor cumplimiento voluntario. “Las mejores herramientas son la educación y la persuasión”, señalan los inspectores.
Jesús Gascón, director de la Agencia Tributaria explicó que tienen estudios internos que les confirman que los contribuyentes inspeccionados aumentan significativamente sus ingresos declarados en los años posteriores a la inspección, un 26% la subida de los ingresos declarados en los tres años posteriores a los inspeccionados en 2015, frente al 13% de subida media en el total de declarantes, prácticamente el doble, lo que se conoce como “efecto inducido de las inspecciones”.
Además, tienen otras peticiones que les facilite su trabajo, como:
- Que se endurezca las sanciones para quienes ofrezcan y comercialicen productos de ingeniería fiscal ilícitos, trascendiendo estas sanciones el orden fiscal (mercantil, financiero, civil, etc), como el caso del abuso de sociedades patrimoniales.
- Que se potencie el Plan de control tributario de la AEAT con programas específicos de actuación para evitar deslocalizaciones ficticias de personas físicas y jurídicas en otras Comunidades Autónomas.
- Que se rescate la regulación de un régimen de transparencia fiscal interna para evitar la colocación de ingresos personales en sociedades, contemplando una sanción especial para aquellos que usen sociedades interpuestas con el fin de incluir gastos personales como profesionales.
- Que los bancos informen de las cuentas en paraísos fiscales.
- Que la AEAT recupere el control sobre las SICAV, que ahora lleva la CNMV, para volver a tener atribuciones en el control fiscal de las Instituciones de Inversión Colectiva, incluyendo el tipo impositivo y el número de partícipes.
FUENTE: ADADE CENTRAL
